En materia de acceso a la justicia, especialmente en los casos de violencia de género, a lo largo y ancho del continente, se repite un mismo patrón que conforma un laberinto de impunidad en torno a sentencias que horrorizan, que naturalizan prácticas de tortura y sometimiento, que causan más dolor y sufrimiento, que silencian procesos de sanación y cobijan, muchas veces, a abusadores. Resulta necesario visibilizar el rol que juegan las sentencias en tanto «instrumentos jurídicos” y ”culturales”, en la perpetuación de sentidos comunes, en la producción y reproducción social de la violencia. Son textos escritos con «puño y letra» por parte de los operadores de justicia de nuestro continente.

Contenidos